
Tiene 38 años, es una mujer apasionada por el deporte, el baile y su familia. Tras perder su pierna derecha en un accidente de moto hace 3 años, encontró en el fútbol de amputadas una nueva motivación. Hoy compite con bastones canadienses gracias al apoyo inicial de CIREC, sin embargo, este es solo el inicio y sueña con mejorar su calidad de vida con unas prótesis más especializadas.
Está en busca de una prótesis funcional y cómoda que le permita tener mayor independencia en su día a día. Actualmente continúa su proceso de rehabilitación integral y acompañamiento médico, dando pasos de esperanza hacia una vida más activa y autónoma.
